Blefaroplastia


Blefaroplastia: ¿Qué es y para qué se realiza?

Blefaroplastia

La Blefaroplastia es uno de los diversos tipos de cirugía estética diseñados para mejorar el aspecto facial. Este procedimiento implica la eliminación del exceso de tejido alrededor de los ojos. En algunos casos, se utiliza para corregir los párpados superiores caídos, las bolsas bajo los ojos y las arrugas.

La Blefaroplastia es una de las cirugías plásticas más comunes en todo el mundo. Esta operación consiste en eliminar el tejido graso de los párpados para mejorar el aspecto de los ojos. Dependiendo del tipo de intervención, puede realizarse en todo el párpado o sólo en el párpado superior.

El objetivo principal de esta cirugía es reducir el tamaño de las bolsas de los ojos, mejorando así el aspecto general del rostro. Sin embargo, existen muchas técnicas diferentes para lograr este objetivo.

Durante la Blefaroplastia, el cirujano realiza incisiones en el pliegue del párpado para eliminar la piel, el músculo y la grasa caídos. Después, el cirujano vuelve a fijar la piel con pequeños puntos de sutura absorbibles y la intervención dura unos 30 minutos por cada ojo.

Después del procedimiento

Por lo general, puede volver a casa después de una intervención quirúrgica en 24 horas. Es probable que es posible que experimentes algo de hinchazón y sensibilidad alrededor del lugar de la incisión. El cirujano podría indicar algún analgésico para control del dolor.

Entre las indicaciones después de la cirugía se encuentra, mantener la cabeza elevada todo el tiempo posible durante varios días. Esto ayuda a evitar que se formen coágulos de sangre bajo la piel, entre otros consejos que te indicará el cirujano.

Riesgos y consideraciones de la Blefaroplastia

Todas las cirugías tienen riesgos, como las reacciones a la anestesia y los atascos de sangre. Pero, ¿cuáles son algunos de los más comunes? Estos son algunos de los riesgos que puede encontrar durante la cirugía de párpados:

  • Infección y sangrado: El riesgo de infección es muy bajo, pero ocurre. Si hay un problema con el lugar de la incisión, podría producirse una infección. Puede experimentar hinchazón alrededor del ojo, enrojecimiento, dolor, picor, secreción y fiebre. Estos síntomas suelen desaparecer en pocos días. Si ya te has sometido a una intervención quirúrgica ocular, existe un mayor riesgo de sufrir complicaciones.
  • Ojos secos e irritados: Es posible que los ojos estén secos e irritados inmediatamente después de la cirugía. Esto es normal, sin embargo, si nota un lagrimeo excesivo, enrojecimiento, ardor, escozor, irritación o formación de costras, es importante una valoración.
  • Dificultad para cerrar el ojo o algunos otros problemas con los párpados.

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